La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido para el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol Luis Rubiales dos años y medio de cárcel y una indemnización de 100.000 euros por el caso del beso a la futbolista del combinado femenino Jennifer Hermoso.
El escrito presentado en el juzgado por la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, se solicita un año de prisión por el delito de agresión sexual, por el beso sin consentimiento que le dio el 23 de agosto de 2023 en Sidney (Australia), durante la entrega de medallas por la victoria en el Mundial.
También solicita otro año y medio de cárcel por las coacciones que recibió la futbolista tras esa polémica acción y la repercusión mediática que tuvo en España. Por este segundo delito la teniente fiscal también acusa al ex seleccionador nacional femenino Jorge Vilda; al actual director deportivo de la selección, Albert Luque; y al jefe de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera.
Además, el Ministerio Público solicita una indemnización para la futbolista de 100.000 euros. La mitad de la cifra por la agresión sexual y la otra mitad, a afrontar conjuntamente entre los cuatro acusados, por las coacciones.
Por último, la fiscal pide también la inhabilitación de los acusados para ejercer cualquier cargo relacionado con el ámbito deportivo durante la condena. Y prohíbe a Rubiales acercarse a la víctima a más de 200 metros o comunicarse con ella durante siete años y medio y al resto de acusados durante tres años y medio.
En caso de que se le impusiera la condena que reclama la fiscal, Rubiales no tendría que entrar necesariamente en prisión. El Código Penal permite al juez -eso sí, “excepcionalmente”- suspender la ejecución de la pena si, como en este caso, ninguna de las condenas impuestas supera individualmente los dos años de cárcel. La suspensión no alcanzaría a la prohibición de ejercer actividades profesionales relacionadas con el deporte durante el tiempo de condena.
HECHOS
En el escrito de seis páginas, la fiscal describe como el acusado cogió la cabeza de la jugadora “con ambas manos, y de manera sorpresiva y sin consentimiento ni aceptación de la jugadora” le propinó un beso en los labios.
Posteriormente, recoge como los acusados, “ante las consecuencias personales y profesionales” que podían acarrear los hechos, especialmente a Luis Rubiales, comenzaron “a ejercer actos constantes y reiterados de presión directamente sobre la jugadora Jennifer Hermoso Fuentes y a través de su familia y amistades” para que la futbolista “justificara y aprobara el beso que contra su voluntad le dio Luis Rubiales”.
El Ministerio Público habla de “hostigamiento” a la futbolista en los momentos posteriores a la victoria en el Mundial de Sidney. Y recuerda el autobús hacia el aeropuerto, el vuelo de vuelta y, sobre todo, del viaje a Ibiza que realizaron las jugadoras para celebrar el título.
Esa situación solo cesó cuando Rubiales fue suspendido provisionalmente por la FIFA el 26 de agosto de 2023, según describe el documento y reconoce que Jenni sufrió “una situación de ansiedad e intenso estrés, que se prolongó durante varios meses después”.
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