Neuralink, la startup de chips cerebrales de Elon Musk, sufrió un problema inesperado en su primer implante humano cuando el dispositivo comenzó a desprenderse del cráneo del paciente, lo que redujo la cantidad de datos que podía capturar, reveló la compañía el miércoles.
La interfaz cerebro-computadora de Neuralink, conocida como BCI, fue implantada en el cerebro del paciente Noland Arbaugh, de 29 años, en enero.
El chip está diseñado para ayudar a los pacientes con parálisis a controlar la tecnología externa usando solo su mente, y Arbaugh, que está paralizado desde los hombros hacia abajo debido a un accidente de buceo hace ocho años, está participando en la prueba de seis años de Neuralink para probar la seguridad del dispositivo.
El mes pasado, Neuralink transmitió en vivo un video de nueve minutos de Arbaugh que muestra cómo funciona la tecnología BCI.
Se le vio jugando videojuegos y explicó que simplemente imagina que el cursor se mueve hacia donde él quiere que vaya y lo hace.
El chip de Neuralink contiene 1.024 electrodos en 64 “hilos”, que son más delgados que un mechón de cabello humano, que están programados para recopilar datos sobre la actividad neuronal del cerebro y la intención de movimiento y enviar esos datos a la computadora de la compañía para decodificarlos y transformar los pensamientos en acción.